Software en la nube: qué es, tipos, ventajas y ejemplos prácticos

16 de diciembre de 2025
Tiempo de lectura: 17 minutos
AgendaPro

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¿Qué es el software en la nube?

El software en la nube son aplicaciones que se ejecutan total o parcialmente en servidores remotos, accesibles a través de internet, en lugar de instalarse y funcionar exclusivamente en el equipo del usuario. Este modelo transforma la manera tradicional de consumir tecnología: ya no necesitas comprar licencias perpetuas ni preocuparte por actualizaciones manuales.

En la práctica, el usuario normalmente accede mediante un navegador web (Chrome, Edge, Firefox, Safari) o una aplicación ligera instalable, mientras que el procesamiento pesado y el almacenamiento principal se realizan en centros de datos del proveedor. Por ejemplo, Amazon Web Services opera regiones en Europa como Irlanda, Frankfurt y, recientemente, España; Microsoft inauguró su región cloud en España entre 2022 y 2023, acercando la infraestructura a los usuarios hispanohablantes.

Es importante distinguir entre computación en la nube (cloud computing) y software en la nube. La computación en la nube abarca toda la infraestructura, plataformas y servicios que hacen posible el funcionamiento de aplicaciones remotas. El software en la nube, por su parte, se refiere específicamente a la capa que el usuario final utiliza: las aplicaciones SaaS que resuelven necesidades concretas de negocio.

Ejemplos muy conocidos de software en la nube en el mercado hispanohablante incluyen:

  • Microsoft 365 online: procesador de textos, hojas de cálculo y presentaciones accesibles desde el navegador
  • Google Workspace: correo electrónico, documentos colaborativos y almacenamiento integrado
  • Salesforce y HubSpot: gestión de relaciones con clientes (CRM) completamente en la nube
  • Dataprius: solución española de almacenamiento seguro en la nube para empresas
  • Dropbox y Slack: archivos y comunicación de equipos sin instalaciones complejas
Imagen que muestra a varios profesionales trabajando con portátiles en diferentes ubicaciones, conectados a través de internet, utilizando servicios en la nube para colaborar y acceder a datos en tiempo real. La escena refleja la flexibilidad y la innovación que ofrece la computación en la nube en entornos laborales modernos.

Diferencias entre software clásico y software en la nube

Software clásico (on-premise)Software en la nube (cloud)
Modelo de adquisiciónLicencia perpetua o de largo plazo, generalmente con un pago inicial elevado.Suscripción mensual o anual, con costos distribuidos en el tiempo.
InstalaciónSe instala directamente en PCs o servidores locales de la empresa.No requiere instalación local; se accede vía navegador web o aplicación conectada a internet.
ActualizacionesManuales y gestionadas por el equipo de TI, lo que implica planificación y posibles interrupciones.Automáticas y gestionadas por el proveedor, sin intervención del usuario.
Almacenamiento de datosDatos guardados en discos locales o servidores internos (on-premise).Datos alojados en centros de datos externos con redundancia y alta disponibilidad.
AccesoLimitado al equipo o red donde está instalado el software.Acceso desde cualquier lugar y dispositivo con conexión a internet.
Dependencia de internetNo depende de conexión a internet para su funcionamiento diario.Requiere conexión a internet para operar.
EscalabilidadLimitada; ampliar usuarios o capacidad implica compras adicionales de licencias y hardware.Inmediata; permite añadir o quitar usuarios y recursos en minutos.
CostesPago único inicial (CAPEX), con gastos posteriores en mantenimiento y soporte.Pago por uso (OPEX), con costes predecibles y sin grandes inversiones iniciales.
MantenimientoA cargo del equipo interno: servidores, copias de seguridad, parches y seguridad.A cargo del proveedor, que gestiona infraestructura, seguridad y backups.
PersonalizaciónAlta capacidad de personalización a nivel de código.Personalización más limitada, enfocada en configuraciones estándar.
EjemplosMicrosoft Word 2019 instalado en PC, ERP tradicional en servidor local.Word Online, SAP S/4HANA Cloud.

Cómo funciona el software en la nube

El software en la nube funciona de manera simple para el usuario: basta con conectarse a internet, iniciar sesión y utilizar la aplicación, mientras los servidores del proveedor procesan las solicitudes y almacenan la información. Detrás de esta experiencia hay una infraestructura compleja basada en APIs seguras con cifrado HTTPS/TLS, servidores de aplicación que gestionan la lógica del sistema y bases de datos en la nube respaldadas por copias de seguridad automáticas y monitorización constante.

Un elemento clave es la multitenencia, que permite que una misma plataforma atienda a múltiples clientes de forma simultánea, manteniendo sus datos aislados y facilitando actualizaciones continuas y reducción de costes. Todo esto se apoya en servicios de grandes proveedores como AWS, Azure y Google Cloud, que ofrecen seguridad, alta disponibilidad y escalabilidad. El uso de cifrado tanto en tránsito como en reposo garantiza la protección de la información en todo el proceso.

Imagen de un moderno centro de datos que muestra filas de servidores con luces indicadoras encendidas, simbolizando el funcionamiento de la computación en la nube y la gestión de datos. Este entorno tecnológico destaca la infraestructura necesaria para ofrecer servicios en la nube y soluciones de software como servicio (SaaS).

Modelos de servicio relacionados con el software en la nube

Aunque este artículo se centra en el software en la nube como experiencia de usuario final (principalmente SaaS), es útil entender que esta capa se apoya en modelos de servicio clásicos de cloud computing. Los tres niveles fundamentales son IaaS, PaaS y SaaS, a los que se añade el modelo FaaS o serverless para casos específicos. Desde el punto de vista del usuario final, el modelo que “ve” casi siempre es SaaS, mientras que IaaS y PaaS son más relevantes para equipos de TI y desarrollo.

Infraestructura como servicio (IaaS)

La infraestructura como servicio iaas consiste en el alquiler de recursos informáticos básicos en la nube: servidores virtuales (máquinas virtuales), redes y almacenamiento, pagados por horas o por uso real. Proveedores como Amazon EC2, Google Compute Engine o Azure Virtual Machines dominan este segmento del mercado.

Muchos proveedores de software en la nube ejecutan sus aplicaciones sobre IaaS para evitar gestionar hardware físico ni mantener centros de datos propios. Por ejemplo, una startup española que lanza su SaaS de facturación podría desplegar sus sistemas sobre máquinas virtuales en la región “eu-west-1” de AWS (Irlanda) o en la nueva región de España, cumpliendo así con el RGPD y obteniendo baja latencia para usuarios europeos.

El usuario final del software en la nube normalmente no ve la capa IaaS directamente, pero se beneficia de su escalabilidad y disponibilidad, que serían inalcanzables con servidores propios.

Plataforma como servicio (PaaS)

La plataforma como servicio paas ofrece un entorno de desarrollo completo en la nube que incluye sistema operativo, bases de datos, servidor de aplicaciones y herramientas de despliegue. Los desarrolladores solo necesitan subir su código y la plataforma se encarga del resto.

Ejemplos concretos incluyen Google App Engine, Azure App Service, Heroku o Railway, muy utilizados para lanzar rápidamente prototipos de aplicaciones SaaS sin preocuparse por la configuración del servidor. Estas plataformas simplifican tareas como actualización de sistemas operativos, balanceo de carga y escalado automático, permitiendo que equipos pequeños operen servicios que atienden a miles de usuarios.

Muchas aplicaciones de software en la nube modernas, como paneles internos de gestión o APIs empresariales, están construidas sobre servicios PaaS que aceleran el desarrollo y reducen costes operativos.

Software como servicio (SaaS)

El software como servicio saas (también conocido como software as a service) es el modelo en el que la aplicación completa se ofrece a través de internet, normalmente mediante suscripción mensual o anual. Precios típicos pueden ir desde 9,99 dólares por usuario al mes para herramientas básicas hasta cientos de euros para suites empresariales completas.

Productos muy conocidos como Salesforce, Microsoft Dynamics 365, Canva, Asana, Jira Cloud, Notion, Figma o Dataprius son ejemplos claros de software como servicio. El proveedor se encarga de todo: infraestructura, copias de seguridad, parches de seguridad, escalabilidad, soporte básico y cumplimiento de normativas como el RGPD.

Es significativo que la mayoría de nuevas soluciones empresariales lanzadas entre 2018 y 2024 en áreas como gestión de clientes, proyectos y RRHH ya nacen como SaaS nativo, sin opción de instalación local.

Función como servicio (FaaS) y software serverless

El modelo FaaS permite que los desarrolladores suban funciones o pequeños bloques de código que se ejecutan bajo demanda, sin gestionar servidores visibles. Servicios como AWS Lambda, Azure Functions o Google Cloud Functions representan esta categoría.

Muchas funciones internas del software en la nube, como el procesamiento de archivos subidos por usuarios o el envío de notificaciones push, se apoyan en estas tecnologías serverless. El pago se calcula por milisegundos de ejecución, lo que reduce drásticamente el coste de picos de carga o procesos eventuales, algo especialmente útil para startups con presupuesto limitado.

Aunque el usuario final no interactúa directamente con FaaS, este enfoque permite que el software cloud sea más ágil, resiliente y económico de operar.

Tipos de software en la nube desde el punto de vista del usuario

Para el usuario, la distinción más clara suele ser entre aplicaciones web puras y aplicaciones instalables que dependen de la nube para sincronizar datos. Ambas modalidades comparten la filosofía cloud pero difieren en cómo se accede a ellas y qué experiencia ofrecen.

Una aplicación web se ejecuta íntegramente en el navegador, mientras que una aplicación instalable cloud es un programa que se descarga al dispositivo pero utiliza la nube como repositorio principal de información. Ambas opciones pueden ser igual de seguras siempre que se apliquen buenas prácticas: cifrado TLS, autenticación de dos factores (MFA) y gestión adecuada de permisos.

Aplicaciones web en la nube

Las aplicaciones web en la nube se acceden simplemente desde una URL segura (https://…) y no requieren instalación alguna en el dispositivo del usuario. Basta con abrir el navegador, introducir credenciales y empezar a trabajar.

Ejemplos claros incluyen Gmail web, Google Drive, Trello, Jira Cloud, WordPress.com, Shopify para comercio electrónico, Draw.io para diagramas y herramientas de firma electrónica como DocuSign. Estas aplicaciones se actualizan de forma continua —a veces varias veces al día— sin que el usuario tenga que hacer nada, lo que acelera la entrega de nuevas funcionalidades y correcciones de seguridad.

Son ideales para trabajo remoto y dispositivos compartidos, ya que solo se necesita un navegador actualizado y conexión a internet estable. Un comercial puede acceder al CRM desde el móvil de un cliente, un consultor puede editar una propuesta desde el ordenador de una biblioteca, y un directivo puede revisar informes desde la tablet durante un viaje.

Aplicaciones instalables que usan la nube

Este tipo de programas se instalan en móvil, tablet o PC pero dependen de la nube para almacenar y sincronizar información entre dispositivos. Combinan ventajas de lo local (rendimiento optimizado, notificaciones en segundo plano, cierto acceso offline) con beneficios cloud (sincronización en tiempo real, copias de seguridad remotas).

Ejemplos concretos incluyen WhatsApp (mensajes respaldados en la nube), Microsoft Teams, Slack, Dropbox para escritorio, OneDrive, aplicaciones bancarias móviles, Dataprius con su cliente instalable, y clientes de correo electrónico como Outlook enlazado con Microsoft 365.

Estas apps suelen descargar parte de los datos al dispositivo para agilizar el acceso, pero el repositorio maestro permanece en la nube. Esto facilita la recuperación en caso de pérdida, robo o avería del dispositivo: simplemente instalas la aplicación en un equipo nuevo, inicias sesión y recuperas tu información.

Imagen de un equipo colaborando remotamente a través de una videoconferencia, donde se pueden ver documentos compartidos en la pantalla. Este entorno refleja el uso de software en la nube para facilitar la comunicación y el trabajo colaborativo entre usuarios de diferentes ubicaciones.

Ventajas del software en la nube para empresas y profesionales

La pandemia de COVID-19 (2020-2022) aceleró de forma extraordinaria la adopción de servicios en la nube en todo el mundo. El teletrabajo obligatorio demostró que las organizaciones con herramientas cloud podían mantener la productividad, mientras que quienes dependían exclusivamente de software local enfrentaron serias dificultades. Desde entonces, la demanda de soluciones en la nube no ha dejado de crecer.

  • Acceso desde cualquier lugar Con software en la nube, tus empleados pueden trabajar desde casa, una cafetería, un aeropuerto o la oficina de un cliente con la misma experiencia y acceso a la información. Solo necesitan un dispositivo conectado a internet y sus credenciales de acceso.
  • Actualizaciones automáticas El proveedor despliega mejoras, nuevas funcionalidades y parches de seguridad de forma centralizada. Olvídate de planificar ventanas de mantenimiento, coordinar actualizaciones entre departamentos o lidiar con versiones desactualizadas.
  • Menores costes iniciales En lugar de invertir decenas de miles de euros en servidores, licencias perpetuas y consultoría de implementación, pagas una suscripción mensual que puedes cancelar o ajustar según las necesidades del negocio.
  • Reducción del mantenimiento de TI Tu equipo técnico puede enfocarse en proyectos estratégicos en lugar de dedicar horas a gestionar infraestructura, aplicar parches o resolver incidencias de hardware.
  • Seguridad reforzada Los grandes proveedores cloud invierten cantidades millonarias en seguridad que ninguna pyme podría igualar: equipos especializados 24/7, certificaciones ISO 27001 y SOC 2, cifrado de datos, autenticación multifactor y redundancia geográfica.
  • Escalabilidad inmediata ¿Tu empresa crece de 10 a 50 empleados en seis meses? Añades licencias en minutos. ¿Una campaña de marketing dispara el tráfico de tu web? La infraestructura escala automáticamente bajo demanda.
  • Colaboración en tiempo real Varios usuarios pueden editar un documento simultáneamente, ver cambios al instante y comentar sin enviar versiones por correo electrónico. Herramientas como Google Docs o Microsoft 365 online han normalizado esta forma de trabajo.
  • Integraciones y automatización Las aplicaciones SaaS modernas ofrecen APIs y conectores que permiten automatizar procesos entre sistemas: sincronizar contactos del CRM con la herramienta de email marketing, generar facturas automáticamente cuando se cierra una venta, o crear tareas en el gestor de proyectos desde formularios web.

Retos, riesgos y cómo mitigarlos

La nube no es perfecta. Adoptar software en la nube implica aceptar cierta dependencia del proveedor, necesitar conectividad fiable y gestionar nuevos riesgos de seguridad que antes no existían. Reconocer estos desafíos es el primer paso para mitigarlos eficazmente.

  • Cortes de servicio (downtime) Incluso los mejores proveedores experimentan caídas ocasionales. En 2023, AWS, Azure y Google Cloud tuvieron incidentes que afectaron temporalmente a miles de clientes. La mitigación pasa por elegir proveedores con SLAs sólidos (99,9% o superior de disponibilidad), tener planes de contingencia documentados y, para procesos críticos, considerar arquitecturas multinube.
  • Fuga o pérdida de datos Un error de configuración, un ataque de phishing contra empleados o una brecha del proveedor pueden exponer información sensible. La copia de seguridad externa (fuera del propio proveedor SaaS) y la formación continua de usuarios en ciberseguridad son esenciales.
  • Bloqueo de proveedor (vendor lock-in) Una vez que has migrado datos, flujos de trabajo y formación de usuarios a una plataforma, cambiar a otra puede ser costoso y lento. Antes de contratar, revisa las opciones de exportación de datos (CSV, API, formatos estándar) y las condiciones de portabilidad en el contrato.
  • Cumplimiento normativo Para empresas que manejan datos de ciudadanos europeos, el RGPD exige saber dónde se almacenan los datos y garantizar que las transferencias internacionales cumplen la legislación. En España, el sector público debe además cumplir el Esquema Nacional de Seguridad (ENS). Elige proveedores con centros de datos en la UE y verifica sus certificaciones.
  • Costes descontrolados La facilidad de contratar nuevos servicios cloud puede derivar en facturas sorpresa si no se monitoriza el uso. Implementa alertas de gasto, revisa facturas mensualmente y elimina licencias o recursos infrautilizados.

Medidas concretas de mitigación:

  • Mantén copias de seguridad en un sistema independiente del proveedor principal
  • Establece planes de recuperación ante desastres y pruébalos periódicamente
  • Exige contratos claros sobre residencia de datos y portabilidad
  • Activa autenticación multifactor (MFA) en todas las cuentas
  • Forma a los empleados en detección de phishing y buenas prácticas de contraseñas
  • Consulta las recomendaciones de la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos) antes de migrar datos sensibles

Cómo elegir el mejor software en la nube para tu organización

Cambiar de software crítico —ERP, CRM, contabilidad, gestión documental— no es una decisión que se tome a la ligera. Los proyectos de migración pueden durar meses e involucrar a múltiples departamentos. Por eso, una evaluación rigurosa antes de comprometerse ahorra problemas futuros.

  • Define objetivos claros ¿Buscas reducir costes de infraestructura? ¿Mejorar la colaboración entre sedes? ¿Habilitar el teletrabajo? ¿Cumplir nuevos requisitos legales? Tener objetivos concretos ayuda a filtrar opciones y medir el éxito de la migración.
  • Valida funcionalidades esenciales Antes de dejarte seducir por demos brillantes, lista las funciones imprescindibles para tu operativa diaria y verifica que el software candidato las cubre. Una carencia crítica descubierta después de la migración es muy costosa de solucionar.
  • Comprueba certificaciones de seguridad Busca proveedores con ISO 27001, SOC 2 u otras certificaciones reconocidas. Para el sector público español, la certificación ENS es especialmente relevante.
  • Revisa el soporte en español Algunas plataformas globales ofrecen soporte técnico solo en inglés o con tiempos de respuesta largos para clientes fuera de EE.UU. Confirma horarios, idiomas disponibles y niveles de servicio incluidos en tu suscripción.
  • Analiza el coste total a 3-5 años Suma las cuotas de suscripción, costes de formación, integraciones con sistemas existentes y posibles servicios de consultoría. Compáralo con el coste de mantener tu solución actual, incluyendo renovaciones de licencias, hardware y personal de TI.
  • Realiza pruebas piloto La mayoría de proveedores SaaS ofrecen pruebas gratuitas de 14-30 días. Aprovéchalas con un grupo reducido de usuarios reales que puedan identificar problemas antes del despliegue masivo.
  • Revisa políticas de datos Confirma la ubicación de los centros de datos (preferiblemente “solo UE”), lee la política de privacidad del proveedor, entiende qué acceso tiene a tus datos y verifica las opciones de exportación en formatos estándar.

Preguntas frecuentes sobre software en la nube (FAQ)

¿Cuál es la diferencia entre “software en la nube” y “cloud computing”?

Cloud computing es el concepto amplio que engloba toda la tecnología que hace posible la nube: centros de datos, virtualización, redes, modelos IaaS/PaaS/SaaS. El software en la nube es la capa visible para el usuario final, es decir, las aplicaciones concretas que utilizamos para trabajar. Puedes pensar en cloud computing como la infraestructura eléctrica y en software en la nube como los electrodomésticos que enchufamos a esa red.

¿Qué pasa con mi trabajo si se cae internet?

La mayoría de software SaaS moderno ofrece modos offline limitados: puedes seguir consultando documentos descargados, redactar correos en cola o registrar datos que se sincronizarán cuando vuelvas a conectarte. Sin embargo, para operaciones que requieren acceso en tiempo real a bases de datos centralizadas (como facturar o consultar inventario actualizado), necesitarás conexión. Una buena práctica es tener un plan B para tareas críticas: conexión móvil de respaldo, tareas offline preparadas o procedimientos manuales documentados para emergencias.

¿Cómo sé si un proveedor cumple el RGPD?

Revisa su página de privacidad o cumplimiento normativo, donde debe indicar si tiene certificaciones relevantes, dónde almacena los datos y si ofrece acuerdos de procesamiento de datos (DPA). Busca que los centros de datos estén ubicados en la UE o en países con decisión de adecuación de la Comisión Europea. Si el proveedor es estadounidense, verifica si se ha adherido al nuevo marco EU-US Data Privacy Framework. En caso de duda, solicita documentación específica antes de firmar el contrato.

¿El software en la nube sirve para autónomos y pymes muy pequeñas?

Absolutamente. De hecho, para autónomos y microempresas suele ser la opción más sensata. No necesitas comprar servidores, contratar personal de TI ni preocuparte por copias de seguridad: todo está incluido en la suscripción. Herramientas como Holded (contabilidad), Trello (gestión de tareas) o Canva (diseño gráfico) ofrecen planes gratuitos o de bajo coste perfectos para quienes empiezan. El modelo de pago por uso permite crecer sin inversiones iniciales prohibitivas.

¿Cómo migro desde software clásico sin perder datos?

La mayoría de proveedores SaaS ofrecen herramientas de importación y, en muchos casos, servicios de migración asistida. El proceso típico incluye exportar tus datos actuales (en CSV, Excel o mediante API), mapear campos con la nueva plataforma, ejecutar una migración de prueba con un subconjunto de datos, validar resultados y, finalmente, migrar todo el volumen. Es recomendable mantener el sistema antiguo operativo en paralelo durante unas semanas para resolver incidencias y asegurar que no se pierde información. Involucra a usuarios clave en las pruebas para detectar problemas antes del “go-live” definitivo.

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Alan Ortiz

Escrito Por:

Alan Ortiz