Hacerse un cambio de estilo puede ser una decisión difícil de tomar, pero con la ayuda de especialistas en el área y métodos como los diagnósticos de colorimetría podemos quedarnos tranquilas sabiendo que nos veremos muy lindas. Luego de ciertos tratamientos capilares tales como la aplicación de tintes, nuestro cabello reacciona de forma distinta a nuevos colores y subtonos. Es por ello que acudimos a los diagnósticos de color, de esa manera nos da una perspectiva realista de cómo quedará el cabello luego de la aplicación de un tinte en particular.
Un diagnóstico de color o prueba de color es un proceso que se realiza en los centros de belleza con la finalidad de determinar como reaccionará el cabello del cliente a un color en particular. Este paso es fundamental antes la aplicación de cualquier tratamiento que busca cambiar el matiz del pelo, ya que esto da un aproximado al resultado final.
Es importante recordar que los tintes son químicos y como cualquier otra sustancia de esta naturaleza, reacciona de forma distinta según los elementos con los que entre en contacto. Esto incluye tintes anteriores, tratamientos capilares, el grosor del cabello, etc.
Pasos para un diagnóstico de color
Lo primero siempre será conversar con tu especialista de confianza. Coméntale lo que tenías en mente y pregunta si una prueba de color es una buena alternativa. En caso que crea que es la mejor alternativa, comenzará con el diagnóstico.
Antes de cualquier pregunta deberá determinar el color natural de tu pelo. Esto se puede hacer de una forma muy sencilla que es simplemente revisando el nuevo cabello que ha crecido. A partir de este paso la especialista podrá recomendar ciertos colores antes que otros. Luego, viene un proceso de anotar todos los tratamientos que te has hecho en el último tiempo. Esto incluye tintes, decoloraciones, tratamientos para alisar u ondular el cabello, entre otros.
También es importante considerar factores como la densidad del cabello, la porosidad del mismo, la cantidad de canas que tiene la cliente, posibles daños ocasionados por decoloraciones, etc. Todo este análisis si bien puede parecer extenso es fundamental para asegurar que los deseos del cliente son realistas y realizables en el cabello que tiene.
Te podrás encontrar casos en donde el cliente quiere decolorarse el cabello y teñírselo de amarillo o quizás blanco, pero realizando el diagnóstico de color te percatas que ha tenido decoloraciones antes, tiene tinte negro y además cuenta con cabello muy maltratado. En este caso deberás recomendarle alternativas que se adapten a la salud de su pelo. Ya sea realizar el proceso en varias sesiones a lo largo de unos cuantos meses, acompañarlo de hidrataciones que le devuelvan la salud a su cabello o ir aclarando el pelo con distintos procesos.
Esta es la razón más importante por la que los centros de belleza y peluquerías deben ofrecer este servicio. Es una forma de manejar las expectativas del cliente por medio de recomendaciones profesionales que ayuden a guiar sus deseos hacia algo más realizable.
Otros usos del diagnóstico de colorimetría
Además de asegurar los mejores resultados posibles, un diagnóstico de color también pueden ser una técnica para determinar que tono es el mejor para cierto cliente. Este proceso incluye el estudio del estado del cabello que mencionamos anteriormente y el proceso que se debe realizar para obtener los resultados que quiere el cliente. Basándose en eso el profesional, será capaz de orientar el resultado final hacia algo que la haga ver bien y que represente el menor daño posible a su cabello.
A veces existen clientes que quieren pasar de un cabello negro a platinado en solo dos sesiones, un diagnóstico de color le va a permitir al especialista determinar cual es el mejor camino a tomar para lograr ese resultado pero dentro de estándares realizables que mantengan la salud del cabello del cliente.
Cada persona es distinta, por ende su cabello también lo será. Por eso es tan importante darle una atención personalizada a cada cliente y tomar en cuenta sus situaciones individuales antes de comprometerse a un tratamiento en particular.
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