La carboxiterapia, o terapia con dióxido de carbono (CO₂), es uno de los mejores tratamientos estéticos no invasivos que existen en la actualidad para tratar la celulitis localizada y mejorar la apariencia de la piel.
Sin embargo, no es una técnica moderna, ya que fue en el año 1930 que se utilizó por primera vez en los balnearios franceses para tratar problemas arteriales y úlceras en la piel.
Debido a que el tratamiento fue efectivo y los pacientes presentaron una mejoría, se comenzó a estudiar su mecanismo de acción y se amplió su uso.
Hoy en día, se utiliza también para mejorar la ‘piel de naranja’ ocasionada por la celulitis, estrías, ojeras, y otros problemas cutáneos, consiguiendo así mejorar la flacidez y textura de nuestra piel.
En este post conocerás cómo se realiza la carboxiterapia, cuáles son sus complicaciones y sus principales beneficios.
¿Qué es la carboxiterapia?
La carboxiterapia es una técnica terapéutica ambulatoria y no quirúrgica que consiste en la aplicación de dióxido de carbono en el tejido subcutáneo afectado.
El CO₂ es inyectado de forma controlada en la piel a través de microagujas que pueden ser subcutáneas o intradérmicas.
Para la aplicación de este tratamiento se requiere tener un tanque de dióxido de carbono, el cual debe estar conectado a un tubo estéril que se encargará de transportar y filtrar el gas para recoger las impurezas del mismo.
También se necesita de un equipo médico especial reconocido para carboxiterapia que posea un regulador de velocidad.
Así, el profesional podrá aumentar o disminuir el flujo del gas según su criterio médico y las indicaciones del software de la máquina. Luego, el CO₂ se inyecta en la zona a tratar durante un tiempo que puede variar de 15 a 20 minutos.
Pero, si no conocías esta técnica, seguro te preguntas ¿cómo el CO₂ inyectado en la piel puede mejorarla?
¿Cómo funciona la carboxiterapia?
El dióxido de carbono produce una vasodilatación automática en la zona donde se aplica, favoreciendo el intercambio gaseoso, mejorando la microcirculación e incrementando la cantidad y velocidad del flujo sanguíneo.
Cuando inyectas el dióxido de carbono en la piel, lo que haces es estimular la llegada de los glóbulos rojos hacia esa área, creando así un aumento de la circulación.
Con un flujo sanguíneo mejorado, nuestro organismo puede utilizar más O₂ (oxígeno) para los procesos metabólicos, incluida la combustión de grasas, reparar la elasticidad de la piel y, en el caso de las ojeras, cambiar el pigmento oscuro por un tono más saludable.
¿Cómo se realiza y en qué zonas corporales?
El procedimiento para realizar este tratamiento puede variar dependiendo de la zona a tratar, pero las pautas casi siempre serán las mismas.
Un profesional sanitario será el encargado de realizar la carboxiterapia. Primero, hablará con el paciente, le explicará la dinámica a seguir para evitar la ansiedad, evaluará su historia clínica y lo examinará.
Una vez que inicie la técnica, hay que ajustar en el equipo la temperatura y regular la cantidad de gas que fluye del tanque de CO₂ a la piel a través del tubo estéril, antes de que este pueda pasar al cuerpo.
Luego, el gas es inyectado debajo de la piel mediante las microagujas, lo que hace que este procedimiento por lo general sea indoloro.
Algunos especialistas aplican pomadas anestésicas antes de las microinyecciones en las áreas afectadas, lo que reduce aún más las incomodidades que pueda sentir el paciente.
Las zonas más comunes donde se puede utilizar la carboxiterapia son:
- Cara
- Párpados
- Cuello
- Estómago
- Brazos
- Piernas
- Glúteos
Beneficios de la carboxiterapia
Las inyecciones subcutáneas de dióxido de carbono (CO₂) para mejorar la oxigenación y la circulación en la piel tienen múltiples beneficios, dependiendo de la zona donde se apliquen y el problema a tratar.
En la zona del párpado inferior y las ojeras, ayuda a recuperar un tono más saludable y natural de la piel y le da una textura más suave. También ayuda con la reparación del colágeno y la destrucción de depósitos grasos, lo que hace que sea muy útil para tratar estrías y celulitis.
Incluso encontrarás algunos estudios médicos en los que han utilizado la carboxiterapia para tratar disfunción eréctil, artritis aguda y alopecia. En el caso de la alopecia, este tratamiento provoca una mejoría en casos causados por problemas de circulación.
En general los beneficios de la carboxiterapia en la piel se resumen en que:
- Mejora la circulación
- Promueve la reparación del colágeno
- Favorece la destrucción de los depósitos grasos que ocasionan la celulitis
- Recupera la elasticidad de la piel
- Disminuye las líneas finas y arrugas
Efectos secundarios de la carboxiterapia
La carboxiterapia es una técnica terapéutica relativamente segura y con mínimos efectos secundarios, ya que el dióxido de carbono es bien tolerado por los pacientes y es de uso común en medicina, especialmente en cirugía, durante los procedimientos laparoscópicos.
Te recomendamos utilizar equipos que sean seguros y aprobados médicamente para evitar complicaciones.
Algunos de los síntomas que se pueden presentar después del tratamiento son:
- Hematomas o enrojecimiento en el lugar de la inyección, principalmente en los brazos y las piernas. Desaparecen en una semana aproximadamente.
- Los pacientes que se realicen carboxiterapia no deben sumergirse en agua durante las primeras 24 horas posteriores a la terapia. Esto incluye la natación o el uso de una tina de baño.
Si además de la carboxiterapia los pacientes reciben terapias dietéticas, incorporan cambios en su estilo de vida y realizan ejercicios recurrentes, no solo mejorarán la vitalidad en su piel, sino también su salud y bienestar general.
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