La bioestimulación con plasma rico en plaquetas (PRP) es una técnica de rejuvenecimiento facial que, por medio del PRP, estimula la producción de los factores de crecimiento, favoreciendo la reparación y regeneración de la piel.
Se ha comprobado que produce cambios notables sobre la piel envejecida, ya que restaura la salud cutánea, aumentando su grosor y elasticidad.
En este post te explicaremos cómo el PRP puede mejorar la tersura, el tono y apariencia de la piel.
¿Qué es la bioestimulación?
La bioestimulación cutánea es un tratamiento médico estético en el cual se aplica, mediante microinyecciones a nivel intradérmico, sustancias que promueven la regeneración de las células.
Estas sustancias suelen ser un conglomerado de vitaminas, oligoelementos y otros elementos —como plasma rico en plaquetas y factores de crecimiento (GF)—, que activan las células y de esta forma incrementan la producción de elastina y colágeno.
Lo cierto es que la bioestimulación es un procedimiento que le otorga a nuestra piel una hidratación profunda, y se diferencia de otros tratamientos porque su mecanismo de acción actúa contrario a las cremas o sueros de aplicación externa.
Es decir, activa la regeneración y reparación de las células desde su interior, lo que se refleja en una piel saludable y con un acabado natural.
En este artículo nos enfocaremos en la bioestimulación a través del PRP. Este estimula a las células llamadas fibroblastos que se encuentran en la piel y son las encargadas de producir el colágeno, elastina, ácido hialurónico, entre otras funciones.
¿Por qué son claves estas sustancias para el rejuvenecimiento? Estas proteínas juegan un papel esencial durante el proceso de envejecimiento de la piel, ya que, con el paso del tiempo, su presencia en el cuerpo se ve disminuida.
Cuando envejecemos, las células se degradan, disminuyen su vascularización, se reduce la grasa subcutánea y los músculos van perdiendo la capacidad de relajarse y contraerse; también aparecen las arrugas y se notan los cambios de textura, tono y brillo de la piel.
La bioestimulación con PRP y factores de crecimiento hace que los fibroblastos se estimulen, reponiendo estas sustancias activas de la piel y, como consecuencia, favorece los procesos de rejuvenecimiento y regeneración cutánea.
Tratamiento con PRP
Con el paso del tiempo, las concentraciones de GF se reducen también en la piel, pero la ventaja es que se pueden obtener a través de la sangre.
Para obtenerlos, se extraen aproximadamente 20 cc de sangre del paciente. Luego, esta muestra de sangre se centrifuga a una velocidad determinada para separar el plasma y obtener la fracción que contiene la mayor cantidad de plaquetas y factores de crecimiento.
Hay diferentes tipos de GF. Los siguientes son los más utilizados para la bioestimulación de la piel:
- Factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF)
- Factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF)
- Factor de crecimiento transformante (TGF-1 en 2)
- Factor de crecimiento epitelial (EGF)
- Factor de crecimiento similar a la insulina (IGF)
- Factor de crecimiento de fibronectina ((FnGF)
Por lo general, el tratamiento se realiza en 2 o 3 sesiones en las cuales el profesional sanitario aplicará las microinyecciones indoloras en las zonas a tratar. No obstante, siempre se recomienda repetir el proceso al año o semestralmente, mediante una sola sesión.
Ventajas de la bioestimulación con PRP
Se ha comprobado que la bioestimulación con GF aplicada de forma tópica o subcutánea puede mejorar:
- La producción celular de colágeno y elastina
- La vitalidad de la piel
- La consistencia elástica
- El aspecto y la firmeza de la dermis
- Las arrugas
- La afluencia vascular en los tejidos
- Las cicatrices causadas por el acné
La bioestimulación cutánea tiene como principal ventaja que se puede utilizar para tratar tanto a pacientes jóvenes que deseen prevenir el envejecimiento prematuro de la piel, como a pacientes mayores de 40 años, cuya piel ya comienza a mostrar los signos típicos de la edad.
Complicaciones del tratamiento
La bioestimulación con PRP tiene pocos efectos adversos y complicaciones, debido a que se utiliza el suero obtenido de la propia sangre de los pacientes.
Sin embargo, después del tratamiento, puede aparecer cierta hinchazón o enrojecimiento en las áreas tratadas.
Como precaución, si el paciente está tomando anticoagulantes, tiene problemas de sangrado o presenta enrojecimientos e inflamación en la zona a tratar, no es recomendable este tratamiento.
Los efectos de la bioestimulación cutánea no son permanentes y pueden repetirse.
Como ves, es un tratamiento que le devuelve a la piel su brillo natural y juventud, mejorando su textura, elasticidad e hidratación.
Tiene múltiples ventajas y pocos efectos secundarios, además de contribuir a elevar la autoestima de los pacientes.
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