Dentro del mundo empresarial no basta ofrecer el mejor servicio, es fundamental resaltar entre los competidores y hacer sentir a tu cliente como único. Para lograr esto hay distintas herramientas o estrategias que puedes aplicar. Dentro de las más llamativas están las tarjetas, las cuales tienen muchas formas de diseñarse y pueden contener todo tipo de información.
Antes de comenzar con los tipos de tarjetas y todas las especificaciones es fundamental que tengas en claro la visión y los objetivos de tu negocio ya que esto va a determinar la tarjeta que sea de mayor valor para ti. Cada una cumple un objetivo específico y se utilizan en escenarios puntuales. De igual manera, tener definida tu identidad visual es fundamental (logotipo, tipografía y colores).
En este artículo les explicaremos cómo elaborar unas tarjetas para tu estética que llamen la atención.
Diseños de tarjetas de estética
Lo primero que debes evaluar a la hora de diseñar las tarjetas de tu estética son las características propias de tu local, el nombre, los colores y el logo. Todo esto hará que tus tarjetas se diferencien de las de los competidores.
Luego debes evaluar la información que quieres incorporar, esto estará determinado por la función que le quieras dar a las tarjetas
- Tarjetas de presentación: Debe contener la información básica del negocio, su nombre, número de contacto, redes sociales, horario y una dirección corta. Este tipo de tarjeta busca identificar al local y hacer que los clientes se recuerden del mismo.
- Tarjetas de promoción: Se hacen para momentos especiales y su objetivo es ser difundida. Este tipo de tarjetas pueden tener la descripción de la promoción o ser utilizadas como un elemento a ser canjeado por un descuento. Generalmente se ponen en práctica cuando los negocios están abriendo o hay fechas especiales. Sirven como un mecanismo de fidelización y atracción de nuevos consumidores.
- Tarjetas de membresía: Estas dependerá de los planes que ofrece tu estética y lo exclusiva que sea la misma. Su objetivo es identificar a los clientes regulares, busca darles beneficios más allá del servicio básico. Aportan prestigio y deben resaltar.
- Este tipo de tarjetas incluye la información personal del cliente y los datos del negocio, además si la estética tiene distintos tipos de membresía se debe especificar a cuál pertenece. En estos casos se recomienda tener un sistema que recopile y organice datos ya que será más fácil encontrar los clientes que forman parte de la membresía y acceder a los privilegios de la misma con un mecanismo centralizado.
¿Cómo diseñar las tarjetas?
Cuando sepas el objetivo de la tarjeta debes pasar a diseñar. Este proceso es riguroso y lleva un tiempo determinado. Se recomienda contratar a una persona especializada en el área, de esta manera podrá trasladar lo que quieres comunicar con tus tarjetas a un diseño elegante y moderno. En caso que un diseñador esté fuera de tu presupuesto puedes irte por opciones más sencillas pero menos profesionales. En internet hay una gran cantidad de programas de diseño que te permiten crear tus propias tarjetas, como Canva. Ahí puedes modificar el texto, los colores y hasta el tamaño.
A través de estas plataformas puedes utilizar algunas plantillas pre establecidas y modificarlas en cierta forma en su versión gratuita.
Sin embargo, es importante acotar que un diseñador se encarga de crear la pieza y recomendarla a la hora de imprimirla ya que no todos los materiales son adecuados. En todo caso, cualquiera de las opciones que escojas para elaborar tu tarjeta de presentación, es importante que incluyas los elementos de tu identidad corporativa, datos de contacto y demás, y que tus tarjetas se adapten a quien eres como marca.
Materiales para escoger
Una vez hayas determinado el tipo de tarjeta que necesitas y elaborado el diseño puedes empezar a considerar factores como el material en el que lo quieres imprimir. Los tipos de papel disponibles son casi infinitos pero te daremos una lista con los más populares.
- Cartulina brillante o glassé: Es un material duradero con un acabado brillante. Es ideal para aquellas tarjetas que tienen muchos colores o quizás fotografía en las que quieren que se aprecian los tonos.
- Cartulina opaca u opalina o cartulina de hilo: Tiene un acabado mate y transmite más seriedad que la cartulina brillante. Generalmente se imprimen en tonos sobrios. Este material puede absorber colores de impresión en cuatricromía sin mayores inconvenientes y vienen en diferentes colores además del blanco, teniendo tonalidades pasteles principalmente. La cartulina opalina viene en distintos gramajes (grosor):
- Cartulina texturizada: Es un material con relieve que da una impresión nítida y elegante. Los relieves se pueden personalizar al gusto de la empresa y vienen en distintos motivos y colores.
- Cartulina tipo kraft: Es una alternativa de tendencia en los últimos años. Este papel funciona preferiblemente sobre tonos grises y negro.
Este es el proceso más sencillo. Como mencionamos, se recomienda contratar a un profesional del área para que aconseje sobre la imagen gráfica y el material en el cual se va a imprimir. De esta forma te aseguras que tus tarjetas serán totalmente distintas a las de cualquier competidor.
Una vez tengas tus tarjetas en la mano es momento de comenzar a repartirlas. Debes considerar medir los resultados de esta práctica, así sabrás si fueron una buena inversión o si hay que modificarles algo para llegar al consumidor ideal.
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