Limpieza, sanación y protección energética (distancia)
Esta limpieza energética sirve para:
- Permitir a la persona eliminar todos los nudos energéticos que no le permitan avanzar en su camino. Desde pensamientos intrusivos hasta patrones mentales limitantes.
- Sirve para proteger en campo áurico de toda energía en distorsión que provenga del exterior.
- Limpiar parásitos astrales.
- Con la ayuda de los seres de luz que acompañan a la persona, podemos trabajar en la sanación física, mental y emocional de la persona, aliviando síntomas de dolor, desequilibrios mentales y emocionales.
- Ayuda mucho en caso de crisis de pánico, crisis de angustia, estados depresivos, entre otros:
PARA LA SESIÓN NECESITAS:
- 3 velas (blanca, violeta y negra)
- Incienso de mirra
- Sal de mar
- Pocillo de vidrio
- Agua purificada o mineral sin gas
- Ropa blanca (o clara)
- Sabanas blancas (o claras)
Antes de comenzar la sesión, debes lavar el cuarzo en el chorro de agua. Luego lo llevas a tu corazón y le hablas en voz alta, intencionando su trabajo y programándolo para que trabaje contigo. Debes tener el pocillo con el agua y un puñado de sal de mar. Esto debes colocarlo cerca tuyo, en el lugar en donde te recostarás para la sesión.
Una vez que estés list@, con tu ropa blanca, las sabanas blancas, el pocillo cerca tuyo y el cuarzo programado, puedes prender las velas (si no tienes las 3, al menos la blanca). Luego me avisas que estás list@ y te recuestas. El cuarzo lo vas a colocar en el lugar de tu cuerpo que lo necesite (ubícalo según tu intuición, solo pregúntale a tu cuerpo). Quédate meditando o descansando simplemente, mientras el cuarzo y tus seres de luz hacen el trabajo. Si sientes la necesidad de moverlo de posición, simplemente hazlo, las veces que lo estimes conveniente.
Por intuición sabrás cuando el trabajo haya terminado. Incorporate de la cama, pon el cuarzo inmediatamente en el agua con sal y date una ducha, del cuello hacia abajo. Al secarte, hazlo a toquecitos, con suavidad y respeto hacia tu cuerpo. Por último, ofrenda el agua a la tierra, pidiéndole a la gran madre que e ayude a transmutar todas las energías que tu cuarzo extrajo de tus cuerpos.
Luego te puedes ir a descansar, soltando todo lo vivido.
Es normal que sientas cosquilleo, ganas de llorar o de reír, mucha paz, agradecimiento... todo es normal, ya que se están moviendo grandes cantidades de energía.
Al finalizar, o al día siguiente, yo te enviaré un audio contándote lo que se hizo.
Y eso es todo. Esta sanación la puedes repetir 3 veces para lograr resultados mucho más evidentes. Sin embargo, con una sesión ya notarás un cambio importante de energía en ti.