Centro Neuropedagógico

Evaluación del Perfil Sensorial (Niños y Preadolescentes) La evaluación del perfil sensorial es un proceso clínico especializado que permite comprender cómo un niño o preadolescente percibe, procesa y responde a los estímulos sensoriales del entorno —como sonidos, luces, texturas, movimientos, sabores y olores—. Su objetivo es identificar fortalezas y desafíos en la autorregulación, la atención, la alimentación, el aprendizaje y la participación diaria, ofreciendo una mirada integral del funcionamiento del sistema nervioso central. El proceso se desarrolla en 4 a 5 sesiones, que incluyen: • 1 a 2 sesiones con el apoderado, enfocadas en la entrevista clínica, levantamiento de antecedentes del desarrollo y aplicación de cuestionarios estandarizados. • Evaluación directa del niño, a través de observación estructurada y actividades sensoriomotoras lúdicas que permiten explorar todos los sistemas sensoriales: táctil, vestibular, propioceptivo, auditivo, visual, olfativo y oral. • Evaluación del entorno escolar y ambiental, observando los espacios donde el niño estudia, se relaciona y se alimenta. En los casos de selectividad alimentaria, se incluye la evaluación en el casino o comedor escolar, para analizar directamente las condiciones de iluminación, ruido, temperatura, olores, disposición de los alimentos y dinámica social durante la hora de comida. Esta etapa permite identificar necesidades de adecuaciones ambientales, así como posibles dispositivos externos o apoyos sensoriales (cojines, bandas elásticas, auriculares, utensilios adaptados, entre otros) que favorezcan la regulación y la participación funcional. • Elaboración de un informe técnico, que integra todos los resultados, la interpretación clínica y recomendaciones individualizadas. Finalmente, se realiza una devolución con el apoderado, en la que se entrega el informe junto a psicoeducación sobre el perfil sensorial, estrategias prácticas para el hogar y el colegio, y orientaciones terapéuticas y de seguimiento. Este servicio está especialmente indicado para niños que presentan selectividad alimentaria, hipersensibilidades a estímulos del entorno, o dificultades para regular su nivel de alerta o concentración en la sala de clases, impactando en su participación académica, social y emocional. El propósito final es comprender la organización sensorial única de cada niño, fortalecer la red familiar y educativa, y favorecer una vida cotidiana más equilibrada, autónoma y feliz, donde el entorno se adapte a las necesidades reales de su sistema nervioso.

Evaluación del Perfil Sensorial y Selectividad Alimentaria (Niños y Adolescentes) La evaluación del perfil sensorial y selectividad alimentaria es un proceso clínico especializado sustentado en el marco teórico de la Integración Sensorial de Ayres, orientado a analizar cómo el sistema nervioso central recibe, organiza e interpreta la información sensorial —especialmente la vinculada a los sistemas táctil, oral, olfativo, visual, auditivo, vestibular y propioceptivo—, y cómo esta integración influye en la conducta alimentaria, la autorregulación y la participación ocupacional del niño o adolescente. El proceso busca establecer una comprensión profunda de los patrones de modulación sensorial (hiper o hiporrespuesta) y su relación con las experiencias alimentarias, el desarrollo psicomotor y las rutinas diarias. La evaluación contempla entre 4 y 6 sesiones como máximo, ajustando la cantidad de encuentros según los requerimientos clínicos y el perfil de cada caso. Incluye: Entrevista clínica y anamnesis adaptada, con foco en la historia de desarrollo, rutinas de alimentación semanal, antecedentes sensoriomotores y factores emocionales o contextuales asociados. Evaluación sensorial estandarizada y observacional, mediante instrumentos validados y análisis clínico del desempeño del niño en actividades estructuradas y libres, explorando la respuesta adaptativa ante distintos estímulos. Evaluación del entorno alimentario, realizada en el contexto natural del niño (hogar o escuela), considerando condiciones ambientales como ruidos, olores, temperatura, disposición espacial y dinámica social del momento de alimentación. Evaluación del desarrollo psicomotor, integrando los componentes motores gruesos, finos y orofaciales relacionados con la progresión evolutiva de la alimentación (masticación, coordinación, postura, estabilidad proximal, entre otros). Análisis clínico integral, que implica aproximadamente dos horas de revisión y procesamiento profesional de los resultados, integrando datos observacionales, estandarizados y contextuales para la elaboración de un informe técnico individualizado. Sesión de devolución y psicoeducación familiar, donde se explican los hallazgos del perfil sensorial, su relación con la selectividad alimentaria y se entregan orientaciones y estrategias de manejo, incluyendo posibles adecuaciones ambientales y recomendaciones terapéuticas. De acuerdo con los resultados, se puede proponer la continuidad en un tratamiento específico de selectividad alimentaria, centrado en la regulación sensorial, la exposición gradual y la integración multisensorial progresiva. Este servicio está dirigido a niños y adolescentes que presentan dificultades de modulación sensorial, rechazo o evitación alimentaria, hipersensibilidad o baja respuesta ante estímulos orales u olfativos, o alteraciones en la autorregulación durante la alimentación. El objetivo principal es comprender de forma integral la organización sensorial del niño y su influencia en la conducta alimentaria, para diseñar recomendaciones terapéuticas basadas en evidencia y promover una experiencia alimentaria más autorregulada, placentera y funcional en los diferentes contextos de su vida diaria.

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