"El caso es que en la recepción había más preocupación por los temas personales entre quien atendía y otros funcionarios, que por la atención de los pacientes.
La atención de la médica Marcela, un 7 como siempre. Pero la atención en la recepción, mal enfocada. Pensé que la persona que estaba antes de mí era clienta; sin embargo, era funcionaria y estaban conversando cosas personales con quien debía atender.
Recuerden que paciente viene de padecer, no de paciencia."