María Belén Lama

Consiste en analizar detalladamente la estructura facial del paciente y, a través de una combinación de varias técnicas, mejorar su armonía facial potenciando su belleza. El tratamiento suele dividirse en tres etapas, la primera sería la estructura facial donde se trabajan las estructuras profundas faciales con ácido hialurónico, la segunda etapa es de refinamiento donde se trabajan estructuras superficiales y piel con estimuladores de colágeno y la tercera de embellecimiento donde se trabajan los pequeños detalles que marcan la diferencia.

Los neuromoduladores suavizan las líneas de expresión y arrugas al relajar los músculos faciales, logrando un rejuvenecimiento natural.

Consiste en analizar detalladamente la estructura facial del paciente y, a través de una combinación de varias técnicas, mejorar su armonía facial potenciando su belleza. El tratamiento suele dividirse en tres etapas, la primera sería la estructura facial donde se trabajan las estructuras profundas faciales con ácido hialurónico, la segunda etapa es de refinamiento donde se trabajan estructuras superficiales y piel con estimuladores de colágeno y la tercera de embellecimiento donde se trabajan los pequeños detalles que marcan la diferencia.

Consiste en la infiltración de ácido hialurónico en la nariz con el objetivo de levantarla, estrecharla, y corregir pequeños defectos consiguiendo que se vea más estilizada.

Cada labio es único y por ello existen distintos tratamientos en función de las necesidades de cada persona. Con ácido hialurónico podemos hidratar, dar volumen, contorno, y ayudar a las líneas alrededor del labio.

La sonrisa gingival es la exposición excesiva de la encía al sonreír. Se caracteriza por enseñar en exceso la encía superior al sonreír y tiene lugar cuando las proporciones de dientes, encía y maxilar superior no están en armonía o cuando hay un exceso de actividad en los músculos elevadores del labio superior.

Consiste en la selección de una o varias técnicas para mejorar la zona de la ojera y la expresión de la mirada. Dependiendo del tipo de ojera utilizamos una técnica u otra o la combinación de ellas. Usamos tratamientos con ácido hialurónico y mesoterapias despigmentantes.

A medida que pasa el tiempo, la calidad de nuestra piel disminuye. Esto es debido a la pérdida progresiva de dos componentes que le aportan firmeza y elasticidad: el colágeno y la elastina. A partir de los 25-30 años, las células que se encargan de sintetizar estas sustancias, los fibroblastos, van disminuyendo su función, por lo que empezamos a ver los primeros signos de envejecimiento. Con los estimuladores de colágeno conseguimos volver a poner en marcha ese mecanismo regenerador, a través de la estimulación del fibroblasto. Con esto, conseguimos estimular la producción natural de colágeno y prevenir y tratar la flacidez.

El tratamiento del bruxismo es multidisciplinar (férulas de descarga, fisioterapia, etc.) y tiene muy buena respuesta a la relajación del músculo causante mediante la inyección de toxina botulínica.

El tratamiento consiste en analizar detalladamente la estructura facial del paciente y, a través de una combinación de técnicas, devolverle una estructura facial más definida, con ángulos más marcados y con mayor proyección en zonas estratégicas.

A medida que pasa el tiempo, los depósitos grasos profundos de nuestra cara se van vaciando y la calidad de nuestra piel disminuye. Esto hace que suframos una pérdida de firmeza y luminosidad de la piel, acentuándose los surcos y apareciendo flacidez. Con esta técnica híbrida que combina dos productos en un mismo tratamiento, conseguimos un doble efecto: por una parte, conseguimos reponer el volumen perdido e hidratar la piel con el ácido hialurónico y, por otra, prevenimos y tratamos la flacidez con Biostimuladores de colágeno y elastina.