El momento más importante en todo centro de belleza es la llegada de un nuevo cliente. Como la primera impresión es uno de los factores que determina si tu cliente es una persona que está de paso o si permanecerá fiel a tu servicio, debes tener en cuenta lo importante que es el diagnóstico de la piel como parte de una asesoría estética de imagen.
Un tratamiento de belleza de gran calidad y que cumpla con las expectativas de tu cliente es la garantía de un buen look estético perdurable y de alta calidad, así conseguirás que la relación con tu cliente perdure y que el tratamiento que escojas sea el más adecuado para él o ella. Si quieres lograr todos estos objetivos en cada una de las primeras sesiones con tus clientes, en este artículo te asesoramos sobre cómo hacer un diagnóstico facial de calidad.
¿Qué es un diagnóstico de la piel?
El diagnóstico facial es un análisis de rigor que contempla cuáles serían los tratamientos o procedimientos estéticos más convenientes para cada uno de los tipos de piel, cuyo fin último puede ser el uso de cosméticos específicos o la aplicación particular de procedimientos estéticos de mejoría de apariencia. En principio un diagnóstico facial es un análisis de piel aplicado específicamente al rostro. Es una técnica de análisis profesional a partir de cierta clase de tecnología médica que analiza la piel por capas, desde la dermis, o superficie, hasta la epidermis o capas más internas.
Para qué sirve un diagnóstico facial
La función principal de un diagnóstico facial, además de realizar un análisis dérmico por capas que determine el tipo de piel y sus características, puede servir para:
- Reconocer las características más importantes de la piel mediante una serie de mediciones muy específicas. Estas características pueden ser:
- El tipo de piel
- Los niveles de hidratación de la piel
- Su grado de uniformidad
- El estado o condición de sus poros
- Realizar un descarte de manchas y arrugas
- Determinar su rango de elasticidad
- Realizar un seguimiento personalizado de las características de la piel de tu cliente y su evolución.
Cómo funciona un diagnóstico facial
Para realizar un buen diagnóstico facial debes seguir con rigor los siguientes pasos:
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Primero, deberás generar una historia personal completa de cada uno de tus clientes. Con ello crearás un registro detallado de cada uno de tus clientes, que contará con toda la información sobre las posibles causas de las condiciones iniciales de su piel. Un software personalizado es una herramienta que puede ayudarte a almacenar y centralizar esta información de manera segura.
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Seguidamente deberás realizar un test visual y táctil como primer acercamiento al diagnóstico de la piel de tu paciente. Esta primera prueba te servirá para reconocer de primera mano el estado inicial de su piel. Deberás enfocarte en factores como: el color de la piel, el tamaño de sus poros, la presencia de manchas, acné, arrugas o lesiones importantes o mínimas. Deberás incluir la información arrojada en la ficha.
- Utiliza las herramientas adecuadas para generar un buen diagnóstico. Un buen aparato analizador de piel es la herramienta perfecta para este tipo de exámenes, gracias al uso de lentes y softwares específicos de análisis que los respaldan.
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Por último, deberás concluir el mejor tratamiento para las condiciones indicadas por el diagnóstico facial. Hazle saber a tu cliente los resultados de tus análisis y seguidamente proponle el tratamiento más adecuado según sea el caso.
¿Qué parámetros estudia un diagnóstico facial?
El diagnóstico facial se rige por el estudio y la observación de ciertos parámetros o rasgos distintivos de la piel y sus condiciones al momento del análisis. Estas condiciones y características son:
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La hidratación: una piel bien hidratada es una piel conductora de electrones. Esta capacidad conductora es medible por la aparatología especializada.
- La elasticidad: esta característica es medible mediante la aplicación de ondas sonoras que provocan micro ondulaciones en la piel, y pueden ser medidas también por aparatos especializados.
- El grado de aparición de manchas: los aparatos con luz polarizada miden el nivel de los componentes de pigmentación de la piel que puedan afectar su color natural. Este procedimiento es totalmente inocuo para la piel.
- Uniformidad en los poros: con una microcámara de alta resolución y sensibilidad se ilumina la piel uniformemente. Este procedimiento sirve para diagnosticar las características y condición de los poros de la piel.
- La presencia de arrugas: con la detección de arrugas se determina el nivel de envejecimiento de la piel. Otra microcámara cuya acción es microscópica, hace posible medir la profundidad de las arrugas de la piel.
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El nivel de grasa en la piel: para este análisis se utiliza un papel especial que reacciona pasando del color rosa al rojo en aquellas zonas donde se absorbe grasa en niveles muy altos.
En suma, un diagnóstico facial efectivo es uno de los requisitos fundamentales de todo negocio de estética que quiera cumplir las expectativas de todo cliente. Si tu misión es que quien visite tu negocio vuelva, asegúrate de garantizar todos los métodos posibles para que su experiencia sea siempre la mejor.
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