Cuando llegamos a un lugar por primera vez observamos en menos de cinco segundos todo el espacio y todas las personas, sólo tenemos este corto tiempo para impresionar, y quedar en la mente de todos nuestros clientes o posibles clientes. En el caso de los centros estéticos o salones de belleza las primeras impresiones son claves: el ambiente, el olor, la vestimenta, la música, y sobre todo la primera persona con la que nos vamos a encontrar: recepcionista.
En el recepcionista cae mucho peso y bastantes responsabilidades ya que siempre dará la primera impresión, ya sea vía telefónica, vía correo electrónico, o cara a cara. Por eso no es extraño ver que las personas que son contratadas para ser recepcionistas de un salón de belleza tengo una gran presencia porque será la primera cara que verán nuestros posibles clientes.
En esta ocasión, te daremos unos consejos prácticos para que domines tu trabajo siendo recepcionista en un salón de belleza:
Personaliza y aprende nombres
Una de las grandes diferencias que puede ofrecer un recepcionista en su trabajo es su gran memoria y capacidad de personalización al cliente. En principio siempre ofrece un servicio con la actitud más cordial respetuosa y simpática posible, el siguiente paso es la personalización.
Te toparas con una cantidad infinita de diversas personalidades, estilos y humores -por supuesto- . Intenta crear patrones en tu mente y jugar con tu memoria para tenerla a tu favor, y así comenzar a aprender los diversos nombres y todas las características de los clientes así hayan ido una sola vez. Todos los clientes quieren ser recordados, marca la diferencia con la personalización y la atención al detalle que cuando los clientes hablen.
Tu presentación habla por ti
Sí, tu presentación y aspecto físico siempre será importante, no se trata de un estándar de belleza, ropa, maquillaje o accesorios costosos, se trata de siempre tener confianza en ti y preocuparte todos los días en qué puedes hacer para verte mejor físicamente. Ten la mejor higiene posible, el cabello lo más arreglado o recogido y utiliza ropa de colores sutiles, suaves que te hagan ver como una persona cercana y de confianza. A menos que uses uniforme. La presentación en los salones de belleza es la viva representación de todos los servicios que se prestan en la misma, predica con tu ejemplo.
Hoy en día podemos ver que gracias a la comunicación y globalización no hay un tipo de belleza perfecta como pero sí existen múltiples maneras de preocuparnos por nuestro físico para siempre mejorar y sobre todas las cosas sentirnos bien con nosotros mismos. Tu autoestima o la manera en la que te proyectas lo notarán tus clientes.
Constante comunicación con el personal
En los salones de belleza pueden existir días muy abrumadores, como días bastante muertos, pero en cualquiera de estos días es fundamental que estés en constante comunicación con todo el personal del lugar, de esta forma podrás ofrecer un servicio más limpio y tener todas tus responsabilidades en orden, no sólo estarás más cómodo sino que todo el personal lo estará también y esto se notará en el ambiente del salón de belleza.
Tu agenda es tu mejor aliado
El orden es progreso. Si planificas con antelación la agenda de la semana podrás manejar mejor todos los imprevistos o citas de inmediato que salgan en tu trabajo, destácate siempre predicando con tu ejemplo organizativo, y personaliza tu agenda de una forma que no solo tú entiendas, ya que si algún día faltas a tu trabajo otra persona podrá ver lo organizado que eres y asumir posiciones tácticas mientras tú no estás. Confía en tu agenda tanto como confías en ti mismo.
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